Capítulo 30

—Pasé por aquí esta tarde —Adrik, colocó las manos en los bolsillos de su abrigo—. Iba de camino a una reunión importante y... bueno, te vi entrar a este edificio desde el coche. Me pareció que eras tú. No pude detenerme en ese momento. Así que ahora que tuve un espacio libre, quise venir a confirmar si realmente lo eras.

—Genial. Ya lo confirmaste —le respondí, cortante, dando media vuelta con intención de entrar.

—Vera... —llamó él deteniéndome en el acto—. ¿Por qué estás tan hostil? Solo quería saludarte.

Le ofrecí una sonrisa falsa por encima del hombro.

—Saludo recibido. Buenas noches.

—¿Qué haces aquí? ¿No estás con Leo? —cuestionó de pronto.

Fruncí el ceño y mantuve la frente alzada, apuntando con el rostro hacia el pasillo, hacia adelante, hacia atrás, como señalando el gesto evidente obvio.

—¿Tú lo ves aquí?

Adrik soltó una leve risa, ladeando el rostro.

—No lo sé. ¿Están teniendo problemas? ¿Están peleados?

—¿En tus ratos libres te dedicas a cotillear matrimonios
Sigue leyendo este libro gratis
Escanea el código para descargar la APP
Explora y lee buenas novelas sin costo
Miles de novelas gratis en BueNovela. ¡Descarga y lee en cualquier momento!
Lee libros gratis en la app
Escanea el código para leer en la APP