Mundo ficciónIniciar sesiónAila POV
El siseo gutural de la niña fue la señal. En el instante en que esas palabras profanas salieron de su boca, el campamento explotó en un caos silencioso y mortal.
No hubo un grito de guerra, ni el sonido de una carga. Solo un susurro, el susurro de las sombras cobrando vida.
Figuras se descolgaron de las ramas de los pinos como arañas negras, sus movimientos fluidos y antinaturales.
Otros emergieron del suelo, sus manos pálidas atravesando la capa de hojas muertas como si la tierra misma los estuviera vomitando.
Eran vampiros. Docenas de ellos.
Y no eran los mercenarios desesperados que habíamos enfrentado e







