Damian POV
—Es… un empate.
La voz temblorosa de Nykka, el viejo consejero, fue lo que finalmente rompió el silencio en la Antigua Cámara. Un empate.
Qué forma tan diplomática de describir un completo y absoluto desastre. La Piedra del Origen, la reliquia sagrada que se suponía iba a dar respuestas, nos había dejado con una pregunta aún más grande y peligrosa.
Oro y plata.
Lycan y lobo.
El niño era de ambos, y de ninguno.
La Diosa, en su infinita sabiduría, había decidido jugar con nosotros.