Mundo ficciónIniciar sesiónValeria decidió bajar hasta quedar a la misma altura; sabía que la ventaja de mirar desde arriba solo servía para humillar, no para ganar una discusión.
—Si lo desea, podemos desayunar en el jardín y hablar como mujeres civilizadas —dijo con voz contenida, cada palabra medida.La señora Blake alzó la mano con intención de soltar una bofetada. Antes de que la mano llegara a destino, Martha se interpuso con un paso preciso y sujetó la muñeca de la anciana.
—Mi señora le ha ofrecido la paz —dijo Martha, con la voz gélida—. ¿Así es como actúa la matriarca de los Blake? Acepte el desayuno o me veré obligada a escoltarla fuera de la mansión.






