Mundo ficciónIniciar sesiónValeria sintió la mano de Leonard rozar su mejilla.
El contacto fue tan leve como un suspiro, pero bastó para que un temblor la recorriera bajo las sábanas. El aliento cálido de su esposo rozó su oreja y, sin querer, un suspiro se escapó de sus labios.—Prometiste no hacer nada esta noche —susurró, intentando mantener la voz firme mientras su cuerpo la traicionaba.







