Mundo ficciónIniciar sesiónEl primer rayo de sol se coló entre las cortinas de lino, pintando la habitación de tonos dorados. Valeria pestañeó, todavía envuelta en un sueño tibio, y lo primero que sintió fue… paz.
Un segundo después, la memoria la golpeó como una ola suave. La propuesta. El anillo. La transmisión mundial. El beso. Un rubor lento le subió por el cuello hasta las mejillas. Sonrió. Una sonrisa pequeñita, dulce, involuntaria.
Se incorporó despacio, aún enredada entre las sábanas. La habitación olía a algo delicioso: café recién hecho y también… algo salado, vivo, refrescante: la brisa del mar, entrando desde la terraza abierta.
Valeria inspiró hondo, dejando que







