Mundo de ficçãoIniciar sessãoEran las siete de la mañana cuando el falcón descendió suavemente sobre la pista privada del aeropuerto de Serand. El sol apenas había salido, tiñendo el horizonte de un dorado húmedo que anunciaba un día caluroso y brillante. La humedad tropical los envolvió en cuanto descendieron la escalerilla, como un abrazo cálido que Valeria no estaba preparada para recibir tan temprano.
En la pista, dos vehículos los esperaban:
Una furgoneta negra para el personal… Y un Mercedes Clase S impecable, brillante incluso bajo la luz suave del alba.Valeria parpadeó varias veces al ver cómo sus maletas —sus tres maletas&md







