Capítulo 40 : Intentando conquistarla otra vez.
Massimo se levantó con un plan tan simple que casi parecía infalible o al menos eso pensaba, si Alba no quería verlo a él, él tendría que ir a ver a sus hijos… y, por efecto colateral, lo vería a él.
Se afeitó con un cuidado exagerado —“si voy a recibir portazos en la cara, que al menos sea estando presentable”—, se puso una camisa clara, y salió con una carpeta bajo el brazo y una bolsa de supermercado en la otra.
Habían terminado las grabaciones así que ahora tenía más tiempo libre y eso era algo que jugaría a su fabor o eso esperaba.
Alba acababa de colgar las mochilas en el perchero cuando sonó el timbre. Abrió con la serenidad de quien confía en que será la niñera… y la serenidad murió en acto.
—Buenos días —sonrió Massimo, como si la vida no fuera un campo minado—. Traje… algo de comer y un par de cosas que la maestra de nos niños me indicó que necesitaban.
Alba frunció el ceño, Alzó la carpeta: “MATEMÁTICAS 4º Y 2º” y “LECTURA 1º”. En la bolsa se dibujaba un par de marcadore