Me desperté un poco desconcertado sosteniendo la laptop entre mis manos; y el nombre de Amanda junto a su foto estaban en la pantalla. Apreté mis ojos con fuerza, coloqué la laptop sobre la mesa y respiré profundo. Aún no podía creer que fuera ella y menos que había sido capaz de pedir sus servicios.
«¿En qué estabas pensando, Fabián?»
Me puse de pie nervioso, preparé un poco de café, acaricié mi cabello y entendí que quizás había cometido una locura; pero al mismo tiempo era la manera de verla de nuevo. Sentí un extraño cosquilleo en mi estómago, sonreí ligeramente y me retiré a tomar una ducha. Salí del baño envuelto en mi toalla blanca y llegué a mi armario para escoger el traje perfecto para la noche. Me sentía como un niño emocionado y al mismo tiempo asustado.
Se acercaba la noche y era momento de ir al hotel “Luna”, todo eso aprecia un sueño. No sabía por qué lo había hecho; quería verla, pero al mismo tiempo me preguntaba por qué ella era parte del Luxury, desde cuándo… Era su