El encuentro con el hombre misterioso me hacía sentir nerviosa, diferente; al mismo tiempo que me preguntaba una y otra vez: ¿Por qué yo? Sé que acepté ser parte del Luxury y con ello van todas las consecuencias, pero ahora iba a ser de exclusiva de un hombre al que no podía ver y ni siquiera saber su nombre.
Llegó la hora del encuentro, entré a la habitación del hotel donde me esperaba y ese hombre alto, luciendo una máscara blanca, estaba de pie observándome. Estaba realmente nerviosa, pero para mi sorpresa se retiró mucho antes de lo que hubiera imaginado: no me tocó y prácticamente no habló. Todo fue un verdadero misterio.
Después de que se fue, esperé unos minutos e hice lo mismo, no tenía por qué quedarme ahí; ahora solo debía esperar que de nuevo se comunicara para un nuevo encuentro.
Salí y un auto del Luxury esperaba por mí, no sabía por qué, pero accedí y me llevó a un restaurant a varios minutos del hotel. Por un momento pensé que el hombre misterioso se había arrepentido y