No recuerdo en qué momento me quedé dormida mientras lo abrazaba; pero ahí estaba, inconsciente y bajo su protección. Mi celular sonó. Aarón cogió mi celular al ver que no me levantaba y respondió en mi lugar.
—Hola —respondió Aarón.
—Hola, Aarón, ¿está Isabel contigo?
—-Sí, se quedó dormida.
—No la levantes, tus padres la llevarán a tu casa, porque no podemos ir a verla en este momento. Tuvimos que salir de emergencia y nos demoraremos.
—Le diré apenas se levante.
—Gracias, Aarón.
Cerraron la llamada y Aarón esperó hasta que me levantara. Al hacerlo, sobó mi cabeza con delicadeza.
—Lo siento, no me di cuenta en que momento me quedé dormida —me asusté y cogí rápidamente mi celular. No tenía llamada de mamá.
—Hablé con tu mamá, vendrás a mi casa hasta que te puedan recoger.
—¿Pasó algo?
—No estoy seguro, solo me dijeron que tuvieron que salir por una emergencia y que demorarían, de todas formas, mis padres están enterados.
—¿Y ellos te han llamado?
—No, pero ya mismo lo han de hacer.
—