Un giro inesperado (1era. Parte)
El mismo día
New York
Bobby
Confusión, estrés, miedo, rabia y un torbellino de emociones más me sobrepasaban, porque todo mi mundo podía desmoronarse en un parpadeo si resultaba cierto que Selena estaba viva. Justo ahora, cuando por fin había cerrado la puerta a su recuerdo, cuando tenía a mi lado a una mujer que amaba y que me amaba con la misma intensidad. ¿Por qué ahora? ¿Por qué me mintió? ¿Por qué huyó? ¿Por qué abandonó a la bebé?
Mi cabeza era un campo de batalla, a punto de estallar con cada duda que surgía como fichas de dominó cayendo una tras otra, derribando cualquier intento de calma. Nada tenía sentido. Nada me daba paz.
Y sin embargo, en medio de ese caos, lo único que tenía claro era que no pensaba perder a Violet.
Tragué saliva, obligándome a domar la rabia y el miedo, a recuperar la frialdad necesaria antes de responder a las preguntas de mi padre. Respiré hondo, como si el aire de la oficina fuera mi último salvavidas, y finalmente dejé que mi voz escapara, grave, te