Charlas, dudas y más (4ta. Parte)
El mismo día
New York
Bobby
Creo que todos atravesamos momentos en los que parece que todo cuelga de un hilo, esos instantes en los que no sabemos si dar un paso adelante o quedarnos paralizados. Es como si dentro de nosotros existieran dos fuerzas opuestas: una que nos paraliza, llena de miedo y dudas, y otra que nos empuja a reaccionar, a tomar decisiones, a no quedarnos de brazos cruzados. El problema real está en encontrar ese equilibrio, en saber actuar sin causar daño, sin romper lo que todavía puede sostenerse. Porque no se trata solo de reaccionar, sino de hacerlo bien, sin lastimar a quien tenemos cerca, sin dejar que todo se derrumbe por un error, una palabra mal dicha, o un gesto fuera de lugar.
Y eso es lo más difícil: reaccionar sin destruir, avanzar sin perder lo que amamos, luchar sin romper lo que con tanto esfuerzo intentamos construir.
Porque, al final, todos queremos sobrevivir a ese momento sin perdernos a nosotros mismos ni a las personas que nos importan. Pero no