Mariana y Sofía respondieron al unísono con un «¡Tsk!».
—¿Y si se quiere enamorar? ¿Podrías evitarlo? —replicó Mariana.
Sofía frunció el labio: —¡Aunque no pueda, tendré que soportarlo!
—¡Ya váyanse! Con ustedes alrededor, algún día corromperán a Felicia —Ximena las apartó con un gesto de su mano.
S