—Ya considero a Lluvia como mi hija, ella naturalmente es parte de los Vázquez. ¿Qué hay de no poder establecerse o ser despreciada? Tampoco tendré hijos con otra mujer.
—¿Por qué? —Graciela estaba muy confundida—. Aunque consideres a Lluvia como tu propia hija, al fin y al cabo no lo es. Don Abelar