-¿Casarse? ¿Usted?
Alicia estaba asombrada, ni siquiera le conocía una novia a su jefe y ahora le acaba de decir que se casaría.
-¿Qué clase de broma es esta?
Si no es broma y piensa casarse con la señorita Ashley olvídelo, ¡conmigo no cuente!
El día que usted se comprometió con esa chica yo se lo advertí, le dije que no me agradaba y que no creía que fuera una buena mujer ni para usted ni para nadie y ¿me creyó? ¡Por supuesto que no! Dijo que tal vez tenía un carácter difícil pero que no era una mala mujer y que yo me equivocaba, también dijo que cuando fuera muy feliz con ella yo me tragaría mis palabras y ¿qué pasó después?
Pues que cuándo usted rompió su compromiso ahí estaba yo, la tonta de Alicia consolándolo como si fuera mi hijo soportando su malhumor, así que no, no pienso volver a pasar por esto otra vez, no, no y no.
Los tres hombres estaban sorprendidos al escuchar los gritos de Alicia, nunca había demostrado siquiera una pizca de molestia o enojo, siempre fue una mujer di