Todas las preguntas de Sofía tenían respuesta pero Michael se sentía demasiado abrumado para responder sólo una.
-Si no te importa... Me gustaría que comieras un poco y luego descansaras, yo estoy cansado también y sólo deseo dormir, mañana con más calma te contaré todo. Pero... No estoy molesto, así que puedes estar tranquila.
-Está bien.Minutos más tarde Nana subió con una bandeja con comida, fruta, caldo de pollo té, café, pan, entre otras cosas. Los ojos de Sofía se iluminaron, no había comido desde la mañana y todo el asunto le había quitado el apetito, pero al ver la comida frente a ella, sin tener que bajar a dar la cara y que todos la miraran con lástima era un gesto amable hacia ella que apreció y le hizo volver el apetito.
-Nana. Sofía no puede tomar café por ahora...-Se