Sí, yo Maximiliano Barack, jefe de la mafia teme que su esposa se enoje, después de todo, mi querida Axael es una mujer impredecible que podría sorprenderme y no de forma positiva.
— No sabía que estaba pasando por un mal momento.— Sí, ustedes están pasándola muy mal, pero, ¿no pensaron que todo empezó porque cedieron ante esas mujeres solo porque querían burlarse de su enemigo? — pregunto con molestia mientras los chicos ayudan a los líderes para que el ardor en sus ojos no los deje ciegos.— Lo sentimos, jefe.— Vine por un asunto privado, pero, ustedes lo que hicieron fue venir sin la previa invitación o permiso de venir apropiado y lo que hacen es dispararse, ¿acaso quieren ofenderme? Porque puedo llamar a Axael y que se haga cargo de sus torturas. — digo con molestia.Los chicos parecen calmarse un poco, después de todo,¿Qué hay de malo en desear estar con mi familia? ¿Por qué las cosas deben arruinarse así para mí? No me parece justo y lo peor es que no fue porque lo provoqué, maldita sea. Esto es tan molesto.‘¿Qué debo hacer ahora? Mi hija y mi esposa me esperan.’ Me digo mentalmente.Reviso mentalmente si puedo enfrentarme a una guerra, pero, de inmediato detengo mis pensamientos porque esta no es mi guerra, no es malditamente justo. Yo vine hasta aquí para evitar esta mierda, no para ser parte.— ¿Por qué crees que esto fue creado por mí? ¿Qué beneficio tendría de esta tontería?— No venimos a dialogar, eso se dejan para los cobardes y nosotros no lo somos. — dice Antonio y yo miro hacia Braulio para que note el problema en el que se encuentra.— ¿Crees que puedes lidiar con toda esta mierda, Braulio? Porque e
Como no tengo interés en lo que suceda con ellos, camino hacia la salida donde ellos me siguen y casi de inmediato, sus enemigos apuntan, pero, por respeto hacía mí o cualquier tontería, no disparan.Los chicos de inmediato me giran y se arrodillan frente a mí porque saben que si no los ayudo no saldrán con vida de aquí, así que, les sonrío.— Jefe, por favor, perdone mi falta de inteligencia y mi desconfianza hacia usted, entiendo que merezca perder la vida, pero, acudo a su perdón. Le agradezco la maravillosa propuesta que me mencionó antes, pero, la rechazaré.— ¿Qué dices? — pregunta Valentín y yo lo observo sonriente.— Bien, si es eso lo que quieres, no tengo problema con ello.— Demostraré mi valor enfrentándome a ellos y si sobrevivo, solo le pediré que no obstruya los planes que tenga.&lsqu
El recorrido ocurre en completo silencio mientras intento comunicarme con mi familia, porque todos saben que quien se atreva a interrumpirme no solo estará molestándome, si no que, será lo último que haga, porque no estoy para dialogar.Llegamos al matadero y no me responde ni siquiera mi padre, por lo que, entro en pánico imaginando lo peor. Con manos temblorosas y temiendo que algo le haya pasado a mi familia, selecciono las cámaras del lugar donde los dejé y suspiro aliviado al verlos a todos dormidos excepto Eloise.— ¿Qué mierda está pasando? — pregunto confundido.— ¿Sucede algo, jefe?— No entiendo porque se están comportando así… es extraño. — digo preocupado.Aunque mi cabeza duele, no dejo de mirar las grabaciones retrocediendo tanto como sea posible. Es entonces cuando lo comprendo todo, porque mientras yo estaba l
Decir que estoy molesto es poco si debo describir lo que siento en estos momentos, pero no le doy importancia en describir y simplemente agarro mi arma favorita para perforar el brazo de uno de ellos.— ¿Son conscientes que me encanta mucho esta herramienta de trabajo? Es como una grapadora pero sus grapas son tan grandes que perforan como si fueran unos clavos y se expanden en el interior del cuerpo para causar mucho más dolor.— Jefe…— Pudieron olvidar limpiar el suelo, el papel de baño, la ropa o cualquier otra tontería, pero, ¿realmente creen ustedes que yo voy a pasar por alto que casi muero gracias a su descuido?— Le aseguraremos que no volverá a ocurrir. — dice Yeidar.— ¿Por qué debería confiar en ustedes si ya me han decepcionado? — pregunto mientras veo cómo los bastardos que se atrevieron a herirme poco a poco despiertan.S
(Precaución, tiene escenas de violencia)Sin dudarlo un solo momento, me quito la ropa llena de sangre y otros fluidos, me doy una ducha larga y me pongo ropa cómoda y debidamente limpia para poder ir hasta donde se encuentran las personas más importantes de mi vida.‘Esperen un poco más, ya voy en camino.’ Me digo mentalmente.Rápidamente, salgo del matadero rumbo a uno de los autos que mis escoltas revisan minuciosamente para confirmar que no hay bombas u otros elementos que puedan atentar contra mi vida.— Todo está en perfectas condiciones, jefe. — dice uno de los idiotas que ni siquiera prestó atención sobre quien puede ser.— Espero que lo que sucedió el día de hoy no se repita. Porque les puedo asegurar que no los voy a torturar como los idiotas de hoy, si no que voy a darles tantos motivos para desear la muerte, pero yo no me voy a comparecer de ustede
La noticia me cae como un balde de agua fría, porque aunque sé perfectamente que esto podría suceder, no puedo evitar estremecerme al solo escuchar las dos palabras que tanto temor le causan a mi esposa: cuidados paliativos.‘Mi esposa no puede morir aún. Esto no puede ser posible’ me digo mentalmente sintiendo que en cualquier momento voy a morir.— Dime que es mentira.— Es la tercera vez que sucede esto desde la última vez que llamaste, Maximiliano. Por mucho que ella no lo desee, no podemos ignorar que es más de lo que ella puede tolerar. — dice mi padre y yo siento como toda mi alegría cae al suelo.— Oh, maldita sea.— Debo calmar a la bebé, así que, intenta venir lo más pronto posible, tu familia te necesita. — dice mi padre y de inmediato cuelga antes de que yo le dé una respuesta.Realmente siento que en cualquier momento
Ni siquiera espero que trasladen a mi esposa a la habitación que le va a corresponder cuando me dirijo hacia los hombres que de inmediato entienden lo que quiero pedirles.— Díganos qué es lo que desea que traigamos y nosotros no dudaremos en movernos rápido para que la jefa se encuentre cómoda. — dice Kevin.— Tráiganle todas las cobijas que a ella le guste, también ayúdenme a encontrar una diseñadora de interiores para poder decorar toda la habitación de tal manera que ella no crea que estamos en el hospital.— Tampoco se les puede olvidar la cuna de la bebé y los juguetes que ella podría utilizar para entretenerse. — dice mi padre y yo de inmediato chasqueo los dedos en señal de estar de acuerdo con él.— Es verdad, traigan todo lo que mis chicas prefieran para que ellas se sientan bien. — ordenó y ellos de inmediat
Tres semanas despuésMe he esforzado porque todo mi trabajo se puede realizar de manera remota y cuando es necesaria mi presencia, envió a mi padre porque yo no pienso alejarme de mi esposa ni hija por ahora.En el olvido hemos dejado todas las discusiones e inseguridades que nos llevaron a cometer graves errores y ahora nos enfrentamos a un nuevo problema o quizás uno antiguo que no nos estaba afectando tanto como ahora: los efectos de los tumores en la cabeza de mi esposa.Hay días en los que se despierta como si estuviera perfectamente, es capaz incluso de jugar con la bebé durante tanto tiempo que la niña se duerme y mi esposa sigue con energía, pero hay otros días en los que no es capaz ni siquiera de levantar la cuchara con la que va a comer.— ¿Cómo te sientes hoy, señora Barack? — pregunta un doctor.— No me siento con energía para hablar.&ique