CAPÍTULO 67: UNA NOCHE INTENSA
Esta vez Ricardo ni siquiera se molesta en asegurarse de que no haya nadie. Me empuja con fuerza a uno de los cubículos del baño y nos encierra a los dos. Mi pecho sube y baja acelerado, le miro, pero lo desconozco, es como si no fuese él.
—Ricardo, ¿qué estás…? —No dice nada. La intensidad fiera en su mirada me deja perpleja y sin palabras. Podría cortar la tensión s3xual que crece entre nosotros con un cuchillo.
Sin dilatarlo más, Ricardo se lanza a mis labios, me besa con una pasión desenfrenada que no puede controlar. Me levanta en peso y hace que mis piernas rodeen su cintura mientras apega mi espalda a la pared. El espacio es reducido, pero eso no impide que sus manos recorran mi cuerpo entero. Su boca salvaje y cálida desciende por mi cuello, él baja la parte de arriba de mi vestido y libera mis pechos desnudos. Siento su er3cción presionar contra la tela de mi braga húmeda.
Ricardo es brusco, tosco y salvaje. Se desabrocha apenas el pantalón y l