Jessica es una joven sincera, tímida y muy bella. Sus padres, hicieron un negocio con ella en contra de su voluntad y a pesar de su edad la comprometieron en matrimonio. Christian, es un joven de diecinueve años, para él, su vida se irá a la ruina cuando su padre lo obliga a casarse con una niña; pero ¿Qué pasará cuando sus sentimientos hacia ella empiecen a salir a la luz? ¿Será un matrimonio feliz? Gracias a mi querida amiga Jane Prince, por ayudarme con esta hermosa portada. Por hacer el diseño de mis sueños y por tener este gran talento. Es una increíble escritora y agradezco su tiempo, su talento y el que me haya hecho está portada increíble. La portada ha sido diseñada usando imágenes de Freepik.com. Foto de dylan nolte y @ewxy en Unsplash. Fuentes utilizadas: Acme. Diseñado por Juan Pablo del Peral para Huerta Tipográfica. Fake Serif. Diseñada por khurasan. Fabiana. Diseñada por hustletter.
Leer másTerminábamos de cenar mis padres y yo, decidimos ir hacia el salón a ver un poco de televisión en familia. Preparamos palomitas y unas sodas para ver la película.
Empezaré por contar algo de mi vida, mi padre por ahora estaba en quiebra, hace unos dias nos había dado la noticia de que la empresa ya no funcionaba, por lo tanto me tuvieron que sacar de la escuela, no me faltaba mucho para terminar. Iba a entrar a la universidad, tenía dieciocho años de edad, la única amiga sincera y creía que lo era es Lucia, hace tiempo que nos distanciamos un poco, pero obviamente las noticias de la empresa de mi padre vuelan y seguramente medio mundo ya lo sabría. Soy una mujer de tez blanca como una hoja, bueno no tanto pero si era muy blanca, ojos grandes y azules con unas largas pestañas, cuerpo con una pequeña cintura y sin muchos atributos, cabello negro azabache y largo.
Estaba en el sofá y distraída en mi celular cuando mis padres que estaban a un lado mío hablaron. -Jessica, hija tenemos que hablar contigo.- mi madre me miro un poco angustiada. Esto si que iba a ser serio, guarde mi celular en el bolsillo.- Hablen. Mis padres se miraron entre si, mi padre se revolvía el pelo una y otra ves, mi madre me miraba con esos ojos grandes. -Lo que te vamos a decir no es fácil para nosotros y no lo será tampoco para ti.- se paso las manos por la cara exasperado.- Sabes que estamos en quiebra y que por ahora no me voy a poder recuperar, hice un trato con unos amigos míos y ellos aceptaron con una condición. Los mire con el ceño fruncido, sabia que como estaba la situación.- Me imagino que aceptaste la condición ¿no? espere la respuesta y ellos solo se miraban. -Veras, la condición que me han puesto la vas a tener que aceptar tu.- esto cada ves me confundía mas.- Me han pedido que te cases con su hijo, han estado buscando la mujer ideal para el y que lo hagan cambiar, ellos me ayudan y yo también. Esto era como si me hubiera caído un balde de agua fría, era enserio que mi padre quería que me casará.
Mi cerebro necesitaba procesar la información, estaba en shock y mis padres me miraban esperando alguna reacción por mi parte. -¡Por supuesto que no lo hare!- baje de un salto de donde me encontraba y me puse a caminar de un lado a otro.- No me casare con nadie y menos tan joven, espero que no hayas dicho nada aun. -Les he dicho que si y en un rato vendrán a conocerte, quiero que te vayas a cambiar y te arregles.- lo decía en un tono elevado.- Vives aun bajo mis reglas, por lo tanto mando yo. Mi madre me miraba con lágrimas en los ojos, sabía bien por su cara que ella no aceptaba esto. -No puedo creer que me estes haciendo esto, solo por tener tu maldito dinero, pero escucha bien, nunca te lo voy a perdonar. Me fui directo hacia las escaleras para ir a mi habitación, estaba enojada de que me hayan hecho esto sin siquiera tomarme opinión.
Lance una almohada hacia la puerta y grite frustrada, eso me pasaba a mi por siempre ser la hija que ellos querían, pero a ese idiota no se la voy a dejar tan fácil, vamos a ver al final quien se arrepiente. Me fui directo hacia el closet, saque un vestido azul marino de mangas largas pero con los hombros al descubierto, unos zapatos de piso y solo hice unos cuantos detalles mas. Tocaron la puerta y por ella entro mi nana Abby. -Mi niña, los señores Sandoval han llegado, tu padre me ha mandado a decirte.- tenía una mirada triste. -Gracias nana, ahora bajo.- di unos retoques a mi boca y fui hacia el salón. Tome una respiración profunda y con la manija en mis manos.
-¡No papá, no puedes hacerme esto, no me puedes obligar a casarme con diecisiete años de edad! -grité muy fuerte que mi padre ya estaba por pegarme.
-Aquí tú las decisiones no las tomas, no eres mayor de edad así que harás lo que yo te diga -dijo apretando la mandíbula.
-Es que no papá. Te lo suplico, cancela la boda, quiero tener mi juventud ¡Disfrutarla! Estaré atada a un hombre que yo no amo ni el me ama -sollocé, exasperada.
-Jessica tiene razón, no puedes obligar a casarla ¡Es apenas una niña! -dijo mi madre.
-No Aurora, tú también no empieces, sabes cómo están las cosas por eso las hago no le impulses las cosas -respondió mi padre señalándome.
-¿Eso seré yo? ¿Un simple negocio? Eso no se le hace a ninguna hija y menos a esta edad ¡Ni siquiera conozco al tipo! Si quieres trabajaré, pero no me obligues a casarme.- enfrenté a mi padre, rogando su comprensión.
-Lo siento Jessica, esa es mi última palabra. Mañana le conocerás al igual que a sus padres, te casarás en una semana y espero que te comportes -dijo saliendo de la habitación, dejándome con la palabra en la boca.
-De verdad lo siento hija, no pude hacer nada- mi madre se acercó, dándome ese abrazo que tanto anhelaba.
-No te preocupes, haré lo posible por no casarme.
-No hagas ninguna tontería cariño.
-No mamá -respondí, para luego salir de la habitación.
Regresé a mi habitación, giré sobre el espejo buscando algún defecto, no estaba nada mal, tenía el cabello negro azabache, unos ojos color azul que te hacen recordar el frío lago en invierno, delgada con una pequeña cintura y no poseía tanto busto; eso me alivió, puede ser que a él no le guste y no quiera casarse conmigo ya que a los hombres le gustan las chicas dotadas.
Agarré mi celular y empecé a jugar para entretenerme y no pensar en lo ridícula que era mi vida, cuando de pronto mi habitación fue abierta y por ella entró mi padre.
-¿Qué quieres papá? -dije lo más fría posible.
-La cena se adelanta. Hoy conocerás a la familia Sandoval, arréglate porque te quiero presentable, Abby te llamará cuando la cena esté servida -dijo autoritario.
-No me queda de otra.
-Bien, entonces levántate y apúrate -terminó con un portazo.
Me levante de mi cama desganada y de mi armario, saqué un vestido gris corto de mangas largas y unos zapatos negros de piso.
Entre a mi baño y abrí la llave del agua caliente, me despojé de mi ropa y me di una ducha rápida.Cuando salí me envolví en una toalla, sacando de mi cajón ropa interior negra con encaje.
Me coloqué el vestido y los zapatos y luego de secarme el cabello dejándolo con pequeñas ondas, me puse un poco de brillo labial y un collar a juego.
-Jessica, tu padre y los señores Sandoval te esperan en el salón.
-Gracias Abby, en un segundo bajo.
<< Aquí vamos>> pensé, veremos cómo es esa tal familia y cómo será el hombre con el que me casaré. Suspiré, después de varias bocanadas de aire, preparándome mentalmente.
La boda fue todo un sueño, Christian y yo ahora si nos casamos por amor. Mi padre estaba feliz, aunque no le hizo mucha gracia saber como me había tratado antes de pedirme matrimonio. (TRES AÑOS ANTES) -Corre mi amor que se nos hace tarde.-Dijo mi madre mientras me ayudaba a subor en la limusina. (Si mi padre había decidido que contrataría a una limusina para verme como una princesa, yo me sentía incómoda de que todo el mundo me mirará. ) -Ya voy mamá, por eso no quería escoger este tipo de vestidos ampones.-Rode los ojos.-Es más difícil. Mi madre solo rio y después de eso el chófer se puso en marcha. Mi papá me había marcado del celular de mi madre diciendo que porque tardabamos tanto.
Estaba totalmente sorprendida, jamás hubiera imaginado esto de Christian. Mis padres me miraban fijamente esperando alguna reacción.--¿Qué se supone que debo decir?--Dije con los ojos llorosos.--Lo que tu corazón te diga.--Dijo Christian acercándose.--No lo sé.--Esa respuesta dejó a todos descolocados, no pensaban o se imaginaban que yo iba a decir eso.El jardín estaba lleno de rosas blancas que formaban la palabra "Te casas conmigo" No imaginaba esto y más como Christian me ha tratado estos días.-- Quiero hablar a solas con Christian.--Dije mirando a mi alrededor, mis padres y los de Christian se retiraron, dejándome sola con él.--¿Qué quieres decirme?--Christian se pasaba las manos por el pelo.--¿Crees que yo merecía el trato que me habías dado estos días? No merecía humillarme y menos que me trataras como lo hiciste cuando tu llegaste a la conclusión de que podía estar embarazada. Tu indiferencia, tus groserías,
--No Jessica, no te lo daré.--Se paró ante mí--¿Por qué? Ya todo está perdido.-- Dije con cierta tristeza.--No, nada de eso.--Me iba a besar, pero lo detuve.--No Christian, mañana cuando no estés borracho hablamos.--Levanté mis zapatos del suelo y subí las escaleras.Abrí la puerta de la habitación y deje los zapatos a un lado, me ponía triste la reacción de Christian, me dolía que se comportará así conmigo después de todas las oportunidades que le he dado. Lo he perdonado de todas las estupideces que me ha hecho y aun así el sigue comportándose de esa manera. Suspire con cierto dolor, fui al baño, me quite todo exceso de maquillaje. Lave mis dientes y me coloque mi pijama.Salí del baño y ahí se encontraba Christian, sentado a los pies de la cama.--¿Qué haces aquí?-- Caminé al otro lado de la cama y me acosté.--Quiero hablar.--Se colocó a un lado.--Y yo ya te dije que hablaré contigo mañana, tengo sueño y no me apetece discutir.--Me puse la almohada en
--No lo sé Christian, hasta ahora no he tenido ningún síntoma y es muy pronto para saberlo.--Dije restándole importancia.--Por Dios Jessica, el problema es que no estoy listo para tener otro hijo.--Subió el tono de voz.Dejé lo que estaba haciendo a un lado.-- Va ser la primera vez que tendrás la responsabilidad, ¿cuál es tu problema?--Dije bastante furiosa.--Pero entiende ahora solo me conformaba con Matt, no estoy listo para tener otro bebé.--Se pasó las manos por el pelo.--Claro, verdad, como el rey se fue cuando estuve embarazada, por eso eres un cobarde.--Me levanté de la cama y lo miré.-- ¿Pero sabes qué? Si aún eres bastante cobarde para asumir la responsabilidad, aquí lo dejamos.--Y salí de ahí dando un fuerte portazo.Fui a la habitación de Matt y me acosté a lado de él, fui tan tonta como para pensar que Christian había cambiado. Abracé a mi hijo y lágrimas recorrían mi rostro. Voy a seguir adelante aunque Chri
Desperté muy desorientada, estaba en el hospital pero mis piernas las podía mover normalmente y la cabeza no me dolía nada. Me levanté de la cama y fui hacia la puerta la cual se abrió dejándome ver a un Christian, vivo y caminando, me abracé a él.--Christian, perdóname, por favor.--Suplique con lágrimas en los ojos.--Tuve un sueño terrible.--Shhsea lo que hayas soñado no importa, me tienes aquí y no tengo nada que perdonarte.--Masajeaba mi espalda.--Por favor cuéntame que sucedió.--Christian asintió y entramos a la habitación.Abrí la boca sorprendida después de lo que me había contado Christian.--Yo no tuve nada de golpes, solo fueron unos moretones y dolor de cabeza.--Christian besó mis labios.--Gracias a Dios, por un momento pensé que jamás te volvería a ver.--Lo abracé con tantas fuerzas.--Me verás al despertar y al dormir, preciosa.--Sonreí contenta.Definitivamente ese sueño fue horrible, al parecer so
Desperté desorientada, no recordaba que había pasado. Estaba conectada a muchos aparatos, segundos después entró el doctor y mis padres.--Buenos días señorita, ¿cómo se siente?--Pregunto el doctor mientras me inyectaba algo.--No recuerdo que paso, y me duele mucho mi cabeza.--Dijo con la garganta seca.--Es normal, el impacto que se llevó a cabo pudo causar una contusión.--Se acomodó a los pies de la cama.--Voy a revisar si puede moverse.Asentí y mis padres se colocaron a un lado.--¿Siente esto?--Dijo pinchando en mi pie, negué con la cabeza e hizo lo mismo con el otro pie pero tampoco sentía nada.--Ahora voy doblar su pierna, si siente algo me dice.--El doctor me miro y yo asentí.Empezó a doblar y hacer pequeños ejercicios moviendo mis piernas pero no sentía nada.--No doctor, no siento nada.--Dije asustada.--Bien.--Se puso de pie y anoto algo en la libreta.--Ha perdido la movilidad de piernas y pies.--¡No!--Grité y lágrimas empezaban a recorrer mi
Último capítulo