Se escuchaban aplausos de todas las personas que nos acompañaban ese dia. Sentí como Christian me apretaba a el y yo como mis piernas temblaban. Se separó de mi, pero mantuvo sus manos alrededor mío.
-Felicidades, cielo.-Melina vino a nuestro encuentro.- Que gusto me da verlos juntos.-Nos abrazo a los dos al mismo tiempo.
Asi fue durante cinco minutos. Abrazos, besos y muestras de cariño de gente que ni siquiera conocía. No tenía ni idea de quienes pudieran ser. Al fin y al cabo la boda no era mi, aunque me haya casado yo. Sentía que la boda era de mis padres, ellos lo disfrutaban.
Fuimos a la sesión fotográfica, las palabras se quedaban atascadas en mi garganta.