Capítulo 6. Señor, su esposa está embarazada.
Stella ignoró por completo la mano que Alicia le extendió en un intento de cordialidad. Con una actitud altiva, le pasó a un lado y se dirigió directamente hacia la habitación que Axel había preparado para ella.
Axel siguió a su hermana sin decir nada, dejando a Alicia sola en el vestíbulo con un nudo en el estómago.
Dentro de la habitación, Stella se giró hacia su hermano, sus ojos llenos de una mezcla de tristeza fingida y determinación.
—Hermano, ¿por qué sigues con esa mujer? —preguntó con voz temblorosa, intentando sonar dolida—. Ella y sus padres son las peores personas del mundo, están cortados todos con el mismo patrón. ¡No me gusta! ¡Deberías divorciarte de ella!
Axel cerró la puerta tras él y cruzó los brazos, observándola con una mezcla de cansancio e incredulidad.
—Hermana, creo que primero deberías ocuparte de tus propios asuntos, antes de meter tus narices en las mías, Stella. ¿Quién es el padre del bebé? —preguntó, sin rodeos, su tono helado y directo.
Stella inmediata