Capítulo 55. La trampa de Miranda.
Miranda se estiró con una sonrisa que trataba de ser despreocupada, se incorporó lentamente, dejando caer la sábana que cubría su cuerpo para dejarlo expuesto y provocarlo, pero Axel no apartó la mirada de sus ojos.
A pesar de su aparente calma, sus ojos brillaban con malicia.
—Mi amor, pasó lo que ambos queríamos que pasara, Axel. No tienes que sentirte mal por ello.
Axel se sentó bruscamente, sosteniendo la ropa contra su cuerpo como si pudiera protegerse de la realidad que lo golpeaba.
—¡Estás loca! Yo jamás me he imaginado pasar nada contigo, de hecho esto nunca debió haber ocurrido, Miranda. Además, yo... no recuerdo nada.
Ella lo miró con una mezcla de dulzura fingida y manipulación.
—Axel, estabas tan vulnerable. Necesitabas consuelo, y yo estaba aquí para ti. Me buscaste y no pude negarme, no tienes por qué lamentarlo.
Pero Axel no podía sacudirse la sensación de que algo estaba profundamente mal. Se levantó, con movimientos torpes y evitando mirar a Miranda mientras intentaba