Mundo ficciónIniciar sesiónEl amanecer llegó demasiado pronto. Aleksandr no había dormido, permaneciendo en su oficina toda la noche, mirando fijamente la ciudad a través de la ventana mientras el vodka en su vaso se calentaba sin que lo tocara. La marca de la bofetada de Valeria todavía ardía en su mejilla, no físicamente, sino como un recordatorio constante de cuán profundamente había fallado.
El sonido de pasos acercándose por el pasillo lo sacó de sus pensamientos. Luka entró sin llamar, su rostro mostrando la tensión de alguien que trae malas noticias.
—Jefe, los hombres están reunidos abajo. Pidieron una audiencia.
Aleksandr se giró lentamente, estudiando a su guardia más leal.







