Mundo ficciónIniciar sesiónEl francotirador disparó desde el tejado del edificio contiguo, su rifle equipado con silenciador, su visión perfecta a través del telescopio, su dedo en el gatillo exactamente en el momento en que todo se derrumbaba. Era un disparo que había sido orquestado en el caos total, un disparo que parecía haber venido de la nada, de todas partes, de ningún lado visible.
La bala atravesó el hombro de Viktor Kozlov con la precisión de un cirujano que estuviera buscando destrucción selectiva sin muerte inmediata.
El grito que salió de Viktor fue animal, primitivo, el sonido de un depredador herido. Su brazo se aflojó instintivamente, su arma cayendo, y Valeria se desplomó sobre el suelo de hospital como una marioneta cuyos hilos hubieran sido cortados. Pero no estaba muert







