05

El punto de vista de Ivy

El miedo que siento crece a medida que me acerco al nuevo edificio. No por lo que podrían pedirme que haga, sino porque debo enfrentarme a Cole y hacer mi “actuación”. Mientras Alarik y yo nos acercamos al edificio, no puedo evitar pensar que se ve bastante decente. Cole presentó los planos para este edificio hace menos de un año, y el hecho de que ya esté terminado significa que o bien los miembros de la manada realmente querían el nuevo espacio, o bien hizo que todos trabajaran hasta el agotamiento. Probablemente sea la última opción.

El edificio tiene un estilo similar al resto de las casas de la manada aquí, en Red Moon : casas modernas y sólidamente construidas, con exteriores de piedra gris y detalles en madera de caoba oscura. Dejo que mi mirada se eleve mientras Alarik se detiene delante de mí. ¡Este nuevo edificio podría albergar a una manada pequeña entera !

— Se ve bien, ¿no ? —pregunta Alarik, y aparto la mirada hacia el camino de tierra, fijándome en mis zapatos.

— Sí, se ve maravilloso, Beta. La manada hizo un excelente trabajo.

Más bien se partieron la espalda para complacer a su Alfa autoritario, pero me guardo ese pensamiento.

— Cole te espera adentro. Vamos.

Asiento y lo sigo al interior a través de las dos grandes puertas de caoba. Echo un vistazo rápido a mi alrededor y noto que el lugar donde estoy se parece casi a la recepción de un hotel. Hay un mostrador frente a Alarik y a mí, con muchas mesas y asientos alrededor de un gran vestíbulo. Distingo algunas estanterías a la derecha y un bar o cafetería a la izquierda, oculto en una pequeña alcoba. Más allá de la recepción, dos conjuntos de ascensores de acero conducen claramente a los pisos superiores.

— Alarik… Ivy.

Escucho mi nombre pronunciado por esa voz tan familiar.

Cole.

Mantengo los ojos fijos en el suelo, inspirando y exhalando lentamente mientras se acerca.

— Alfa —digo, sin mirarlo ni levantar la vista.

Se acerca, y siento la potencia de su aura de Alfa irradiar a su alrededor. Ya no me afecta tanto, ya que no lo considero mi Alfa, pero eso no significa que no siga teniendo poder.

— ¿Qué te parece, Alarik ? —pregunta Cole, con la voz llena de orgullo.

— Es magnífico, Alfa. Quien se aloje aquí estará rodeado de lujo.

— Hay que decir que dentro de unos meses el príncipe Alfa vendrá de visita.

— ¿Está confirmado ?

Supongo que Cole asiente, ya que no responde directamente a la pregunta de Alarik.

— Eso me lleva a ti —declara Cole fríamente, y trato de no estremecerme.

— ¿Qué me pides, Alfa ? —digo, lamentando instantáneamente mis palabras mientras él agarra brutalmente mi rostro.

— ¡¿He dicho que podías hablar ?! —escupe, lanzándome una mirada furiosa.

Sacudo la cabeza, y me suelta. Siento la rabia hervir dentro de mí, pero la contengo. No necesito una paliza hoy. Cole no ha cambiado mucho desde lo que recuerdo. Sigue pareciéndose mucho a su padre : cabello marrón chocolate, ojos ámbar impactantes y un físico imponente como debe tener un Alfa, alto e intimidante.