72. Solo una copa
Lana caminó mirando con curiosidad a otros miembros de la manada quienes al encontrarse con su mirada parecían extrañamente curiosos de que ella estuviera allí.
"¿Dónde está Zoe?"
Miró a su alrededor pero no encontró a la hembra, por mucho tiempo estuvo sentada sola hasta que una de las hembras repartió bebida.
—¿Quieres una copa? —preguntó con amabilidad.
Había rechazado a Nina, pero por razones obvias.
Ahora solo quería sacarse de la cabeza los pensamientos y sentimientos sobre Eryx.
Había intentado convencerse de que era solo el deseo del celo o una simple atracción que tenía por ese macho que le había quitado la virginidad, una necesidad física.
Un accidente que debía olvidar.
Pero no podía.
No cuando cada rincón de su piel lo recordaba.
"No. No voy a sentir esto."
Frente a ella tenía una excusa para no pensar, para apagar sus sentimientos, para que su pecho dejara de doler.
—Tómala. Endulza la noche —añadió la hembra sacándola de sus pensamientos y Lana tomó la copa, su mano temb