21. Tienes mucho que explicar.
La noche había caído con un silencio denso apenas roto por los crujidos del bosque.
Lana observaba la pequeña esfera de reloj sobre su mesa. Faltaban quince minutos para la hora acordada con Caius.
Quince minutos para dejar atrás esa manada y su pasado.
Por años había esperado ese momento pero nunca había podido huir de su padre hasta que se había topado con Caius y ahora estaba tan cerca de huir de los lobos que parecía irreal.
Sin embargo, había algo en su pecho que se resistía, como si la instara a quedarse.
—Eres una idiota —susurró para sí misma sentada en el borde de la cama con los brazos rodeando sus rodillas —. No deberías sentir esto. No hay nada que te retenga aquí.
Era una mezcla de ansiedad, miedo... y algo más.
Algo parecido a la nostalgia.
Como si una parte de ella no quisiera irse.
Pensó en Zoe, en Caius, incluso en el Alfa.
Lo vio en su mente, su rostro tenso, su mirada de acero. Recordó sus manos, su voz, su cercanía abrumadora.
‘’Fue solo un beso.’’ se dijo. ‘’