La disolución de la Guardiana Mágica dejó un vacío silencioso que no duró, la tranquilidad posterior a la victoria se sentía más peligrosa que el ataque en sí, pues significaba que El Maestro, aconsejado por Tiber, ya estaba reajustando sus defensas.
Lía se había reincorporado a la realidad con un mareo psíquico, su cuerpo Beta temblaba por el esfuerzo de manipular la Agonía de la Anomalía, su primera acción, después de asegurar la sumisión de Seth y confirmar la funcionalidad de Aiden, fue buscar el rostro de Ethan.
Aiden yacía inmóvil, sus temblores cediendo, Seth, de pie, aún reconfiguraba su mente después de la humillación, pero Ethan, el forastero Alfa, era quien cargaba la fatiga más profunda en sus ojos.
El papel de Ethan no había sido el de la espada o el escudo, sino el de la base de la pirámide, había sostenido el Nivel Inclasificable de agonía de Aiden, no con fuerza psíquica, sino con una voluntad pura y desarmada, mientras Seth usaba su aura para desviar el ataque externo