El patrón se repitió durante la segunda noche, después de un día agotador de lucha constante contra el dolor psíquico de Aiden, Lía buscaba el refugio de Ethan de manera casi instintiva.
Lía se había convencido a sí misma de que el dolor psíquico que sentía de Aiden era un fenómeno puramente físico y neural, una simple reacción del lazo, pero la noche anterior, el consuelo de Ethan había disipado esa ilusión, la cercanía de Ethan no solo la calmaba, sino que parecía amortiguar activamente el zumbido de la Marca Rota, su energía, que ella había clasificado como "neutra" o "estable," actuaba como un filtro.
Al sentarse juntos junto a la hoguera, con Ethan envolviéndola en una manta, Lía se atrevió a explorar la diferencia.
"Tu energía... es diferente," murmuró Lía, apoyando la cabeza contra su pecho "Cuando estoy sola, o cerca de Aiden, el dolor es un chillido agudo, cuando estoy contigo, es como si se convirtiera en un murmullo distante, es como si me aislaras."
Ethan sonrió, su alient