Bastián. -
Apenas regresé a la empresa todos comenzaron a murmurar y para ser sincero comienza a importarme una mierda lo que los demás opinen sobre mi aspecto.
Llevo a Zeus con su cadena, puedo notar como todos se sorprenden al ver más que por mi físico el verme con un pequeño cachorro.
— Jefe – Me habla Ben, mi asistente, siempre lo fue, pero desde el accidente y el hecho de que A.J. se hizo cargo de la empresa fua al primero que despidió. El pobre de inmediato me avisó. Así que cuando salí en parte de mi depresión volví a buscarlo, la eficiencia y eficacia de este chico es insuperable y no quería perderlo.
— Ben –Le paso por un lado entrando a mi oficina, me giro y lo veo sorprendido, estaba exactamente igual a como la había dejado hace casi cuatro años – ¿A.J. la preservó?
— No señor, había cambiado todo y de muy mal gusto –Le doy una media sonrisa y él se encoge de hombros –. Asumí que quería volver a sentirse cómodo, pero con algo adicional –Camina por la oficina y detrás de