Cap. 40: Los resultados.
La cafetería estaba medio vacía esa mañana. Una suave brisa otoñal entraba por las ventanas abiertas, y el murmullo de la ciudad quedaba amortiguado por la música instrumental de fondo.
Amelia entró con el corazón acelerado. Había manejado los últimos treinta minutos con una mezcla de temor y ansiedad, imaginando todo tipo de escenarios respecto a la misteriosa llamada de la capitana. Escaneó con la mirada cada mesa, hasta que vio a una mujer de rostro sereno, cabello recogido con precisión militar y un café sin tocar frente a ella. Al verla, la mujer alzó la mano, con gesto discreto pero firme.
Amelia se acercó, sujetando con fuerza el bolso contra su cuerpo.
—Buenos días —saludó—. ¿Capitana Blair Vanderbilt?
—Así es. Gracias por venir, señora Navarro —respondió Blair, poniéndose brevemente de pie antes de volver a sentarse—. Por favor.
Amelia tomó asiento frente a ella, aunque no logró relajarse.
—¿Qué ocurre? ¿Es algo relacionado con la academia? ¿Con Teo?
Blair asintió con serieda