Capítulo 10 /Demonio traicionero.
Después del encuentro en la cocina, Cataleya pasó el resto del día evitando encontrarse otra vez con Frank, aunque Carmenza le informó horas más tarde que su jefe tenía muchos compromisos aquel día y regresaría a casa tarde.
—Mamá, ¿me llevarás al parque? —preguntó Ray ansioso mientras que su madre le ponía un jersey verde de lana que se veía muy viejo. —Tengo muchas ganas de jugar allí, desde aquí se ve muy bonito.
—Por supuesto, que sí mi rubito hermoso, pero antes debemos buscarte una escuela. —suspiró Cataleya sin disimular su preocupación. —Un niño no debe quedarse sin estudiar, pues de ello depende tu futuro.
—Te había dicho que eso no sería necesario. —habló Carmenza desde la puerta del dormitorio cerca de la cocina donde dormirían madre e hijo.
Cataleya y Rayan se giraron para mirarla, y lo que más llamó la atención de la joven fue el trajecito azul oscuro, con camisa blanca y corbata roja que sujetaba Carmenza con una gran sonrisa en la cara. Era evidente que estaba hecho