- Lo lamento si te sientes así y créeme que te entiendo. Pero recuerda que a mí también me han obligado a estar con una desconocida y eso para mí no es para nada agradable.
Si tú estás de acuerdo podemos hacer que las cosas cambien entre nosotros y llevarnos bien por mientras se da el traspaso de los bienes.
- Pero eso me lo dijiste hace unos días atrás y al final siempre saliste con ignorarme y ser el mismo arrogante que se molesta con sólo de verme en esta casa.
- Vamos ya no llores y llama a mi abuelo, te prometo que esta vez si cumpliré.
Aixa tomó el teléfono móvil que le dio Leonardo y habló con el señor Bustamante, al terminar de hablar le regresó el teléfono a su dueño y esperó a que este se fuera a su habitación, pero Leonardo no se fue sino que se acostó a su lado y la atrajo hacia él para abrazarla y asi se quedaron dormidos.
- Hoy no prepares el desayuno, te llevaré a desayunar afuera y luego nos vamos para donde mi abuelo.