- Aixa vistete con ropa decente porque iremos a cenar fuera de casa porque mi primo Daniel te quiere conocer.
- ¿Es necesario que vayamos a otro lugar Leonardo? yo bien puedo cocinar aquí-. Respondió Aixa, y es que a ella le da pena ir porque es la primera vez que saldrán juntos y teme que los nervios le jueguen una mala pasada.
- Dije que saldremos, así es que no me contradigas y haz lo que te ordeno.
- Está bien gruñón-. Respondió la chica y salió corriendo para su habitación antes de que él le dijera algún insulto por contradecirlo.
Leonardo se quedó de pie en la sala viendo como corría, seguramente huyendo de él y por primera vez se le formó una sonrisa al ver a su esposa malcriada.
Una hora después Leonardo fue a tocar la puerta de la habitación de la chica porque ya era hora de irse y ella no ha bajado aún.
- ¿Y ahora qué quieres? me has despertado de mi sueño. Preguntó Aixa aún sin abrir la puerta.
- ¿Cómo que estás durm