- Toma hijo, aquí están los documentos ya firmados.
- Gracias mamá.
- No me lo agradezcas, tu sabes que estoy aquí para ayudarte en todo lo que sea necesario con tal de que te deshagas de esa mujercita.
- Qué lástima que su hijo no se podrá deshacer de mi, señora Zulema.
Dijo Aixa haciendo acto de presencia, pero sin los niños porque se los dejó a su mamá.
- ¿Qué haces aquí muchachita pobretona?
Deja de perseguir a mi hijo y déjalo que sea feliz con esta bella dama que ahora tiene a su lado.
- Usted está muy equivocada señora. Leonardo y yo seguimos y seguiremos siendo esposos para siempre.
- Así es mamá, Aixa y yo jamás nos vamos a separar.
Dijo Leonardo quitándose del lugar donde estaba sentado al lado de Licha y acercándose a Aixa para pasar un brazo por su cintura.<