A estas alturas, no estaba segura de lo que estaba haciendo, solo sabía que me molestó ver a Dallas tan decaído.
Cuando terminó el día escolar, Mia y yo salimos de la escuela juntas. No había traído mi bicicleta hoy, así que supuse que tendría que volver a casa caminando otra vez. Ser amiga de Dallas ya se estaba volviendo inconveniente. Eso me hizo reír internamente.
Estaba a unos cinco minutos de la escuela cuando un auto empezó a ir a mi ritmo, lentamente.
— Pensé que ya te habías olvidado de mí. —Me reí al girar, esperando ver a Dallas.
Pero me encontré con los ojos verdes brillantes y encendidos de Liam, por lo que mi sonrisa murió al instante.
—Dallas tuvo que encargarse de algo. Sube. —Ordenó Liam.
Solo lo miré con una expresión vacía, y cuando por fin logré ordenar mis pensamientos, recuperé la voz.
—Estoy bien, Liam. He caminado sola a casa muchas veces, no necesito que me lleven. —Respondí, y sin esperar su respuesta, continué caminando.
Escuché cómo su auto se detuvo de g