A pesar de que apenas estábamos a mediados de mayo, lejos de Halloween, era una atracción muy solicitada. La fila empezaba con Cole, seguida de Dallas, yo, Liam, Mia y terminaba con Walker. Logramos pasar la primera mitad con sustos mínimos, aunque Cole se la pasaba fingiendo que todo lo asustaba, haciendo que la casa embrujada fuese más graciosa que aterradora.
Liam dejó un pequeño espacio entre nosotros, dejándome intentar asustarme un poco y divertirme. Di la vuelta en una esquina, no muy lejos detrás de Dallas. Cuando algo me agarró del brazo, sentí un dolor instantáneo un poco por encima de la muñeca por lo fuerte que me sujetaba. Volteé y vi unos ojos rojos brillantes junto con una sonrisa macabra bajo las luces negras del techo. ¡Era él! Grité y me lancé contra Liam.
—Hey, está bien. Todo es falso. —Me consolé.
Lentamente aparté mi rostro de su pecho y miré hacia el lugar. No había nada ahí.
Negué con la cabeza.
—¡No, estaba ahí! —Exclamé, abrazando más fuerte a Liam.
Él obse