Estaba mirando alrededor de la limusina, maravillada, cuando Liam se inclinó cerca de mi oído.
—¿Te gusta?
Sonreí. —¡Por supuesto! Es hermosa, Liam. ¡Gracias!
Lo miré a los ojos y él sonrió.
—Nada es tan hermoso como tú, Aims. Estoy tan feliz de que hayas venido conmigo esta noche... quiero que sea mágica.
Empecé a sonreír, pero antes de que pudiera responder, sus labios encontraron los míos. Nunca me cansaría de él; ojalá esa sensación pudiera durar para siempre, pero sabía que... ¡No! No podía pensar así, no esa noche. Me había prometido a mí misma vivir el momento, sin pensar en el futuro o en el pasado, solo en el presente, con mis increíbles amigos y con mi increíble acompañante.
Cuando se apartó, me aferré al costado de su esmoquin mirándolo a los ojos.
—Te ves muy guapo esta noche, Liam. —Dije con una seguridad que rara vez sentía.
Él sonrió y lo atraje para otro beso. La verdad es que no estaba segura de todo lo que pasó en la limusina camino al restaurante, porque