Capítulo 5 Liam
Observé a mi Gamma corriendo hacia mi casa desde la de Amy. ¿Qué demonios estaba haciendo? ¿Por qué de repente estaba hablando con ella? ¿Y por qué me molestaba tanto?

Apenas puso un pie dentro, lo tomé por el cuello y lo estrellé contra la pared.

—¿Qué carajos estás haciendo? —Le grité, sin entender mis emociones ni yo mismo.

—Suéltalo, Liam. —Ordenó mi padre con calma, apareciendo de la nada.

Gruñí, pero dejé ir a mi amigo. Dallas me miró con una sonrisa burlona.

—Por la Diosa, solo estaba hablando con ella. ¿Cuál es el problema? —Preguntó.

Ese era el problema: no sabía cuál era el maldito problema. No había hablado con Amy desde que teníamos doce años. ¿Por qué me molestaba que él hablara con ella? Pero cuando lo vi hablando con ella en el almuerzo, me costó no arrancarle la cabeza, y ahora hasta la había acompañado a casa. ¡Mierda! Necesitaba controlarme.

—El problema es que ella es humana, ni siquiera debería saber que existimos, mucho menos estar saliendo con alguno de nosotros. —Grité, todavía sin controlar mi temperamento del todo. Mi padre se acercó, hoy estaba muy metido en todo.

—No veo el problema. Ya sabe de nuestra existencia, su madre y ella nunca han dicho nada, y Dallas todavía tiene un par de meses antes de cumplir dieciocho. Déjalo divertirse hasta que encuentre a su compañera. —Respondió tranquilamente.

Mi rabia se disparó al oír que decía “divertirse con ella”. ¿Ahora mi papá era el proxeneta de la manada? Le gruñí, como advertencia para que se alejara, pero era el Alfa. No había mucho que pudiera hacer si él quería quedarse, pero se rio de mí y se fue como si nada.

Justo en ese momento, Cole y Walker entraron a la casa. Miré por la puerta y vi a Amy saludando a Mia en su puerta, antes de que Cole cerrara e interrumpiera mi momento de acecho.

Por suerte, nadie pareció notarlo. Finalmente me rendí con lo de Dallas y todos nos fuimos a la sala de juegos. Tomé un taco de billar y Walker también, luego me preparé para romper.

—Entonces, ¿qué pasa contigo y Amy? —Le preguntó Cole a Dallas mientras ambos sacaban una bebida del refrigerador.

Él me lanzó una sonrisa y le respondió. —No estoy seguro. Dijo algo gracioso en la fila del almuerzo hoy y ahora no puedo dejar de pensar en ella.

El taco de billar se partió por la presión que ejercí al oírlo. Él me lanzó otra sonrisa.

—Al futuro Alfa no le gusta que hable con ella. — Todos me miraron con curiosidad.

Me encogí de hombros y saqué una cerveza. No sabía qué esperaban que dijera, y yo tampoco sabía qué quería decir, así que me quedé callado.

—Cuando le pregunté qué pasaba entre ustedes, no fue muy amable. —Dijo Cole riéndose.

Dallas lo miró con una expresión asesina.

—¿Qué le dijiste? —Le preguntó en tono acusador. Cole sonrió.

—Solo le pregunté qué pasaba y arrugó mi nota y la tiró a la basura. —Respondió fingiendo estar dolido. Dallas soltó una pequeña risa.

—La invité a la fiesta de este fin de semana. —Nos informa, ignorando por completo el comentario de Cole, lo que me puso los pelos de punta.

—¿Hiciste qué? —Grité.

Todos me miraban confundidos, pero intentaban disimular con una risa.

—¿Va a venir? —Preguntó Walker.

Escuché atentamente, y ni siquiera sabía qué respuesta quería oír.

—No, dijo que tiene planes. —Respondió Dallas, y por alguna razón, me desinflé un poco. Walker se rio y comentó. —Eso es una mentira

Lo miré confundido y él puso los ojos en blanco.

—Mia va a ir a la fiesta y es su única amiga. No tiene planes, solo no quiso ir contigo. —Explicó, mirándolo fijamente con una sonrisa burlona.

Dallas pareció desinflarse un poco, lo cual me provocó una sonrisa. Entonces se bajó del mostrador donde estaba recargado y sacó su celular, luego empezó a escribirle a alguien.

—¿Le estás escribiendo? —Preguntó Cole riéndose.

Dallas sonrió y asintió. El hecho de que tuviera su número me provocó algo que no entendí.

Poco después sonó su celular y todos quedamos atentos a ver qué respondía ella.

—Dice que su mamá quiere pasar el sábado con ella, así que va a pasar el día con su madre. —Respondió Dallas con una sonrisa, claramente tenía un plan.

Pero seguía pensando que no era buena idea que fuese a esa fiesta. Ya la acosaban lo suficiente en la escuela, quién sabe lo que le harían sin adultos cerca.

—¿Qué estás tramando? —Le preguntó Cole.

—Estoy pensando... que las mamás me adoran. —Dijo con una gran sonrisa.

Todos se rieron, excepto yo.

—No es una buena idea. Clara y las otras estarán en la fiesta, y ya sabes cómo son con ella. Además, Olive tiene algo contigo. Si te ve con Amy, va a empeorar todo. —Traté de razonar con ellos, porque claramente tendría que usar la orden de Alfa para que me hicieran caso, y aún no tenía esa habilidad.

Walker y Cole parecieron considerarlo, pero Dallas estaba furioso.

—Las mataré si se atreven a ponerle un dedo encima. —Dijo despacio y con una voz asesina.

Jamás lo había visto así. ¿De verdad sentía algo por ella? ¿Cómo? Si apenas empezaron a hablar hoy.

Lo miré como si le hubiera salido otra cabeza. Pareció calmarse, pero estaba equivocado.

—Solo mantén a tu zorra y a sus amigas lejos de nosotros. —Dijo con voz tranquila, pero un gruñido escapó de su garganta.

No me quitó la vista de encima, hasta que salió del cuarto. Unos segundos después, escuchamos cómo azotaba la puerta principal. ¿Qué demonios acababa de pasar?

Miré a Walker y Cole, que estaban igual de confundidos que yo.

Cole fue el primero en hablar. —¿Carajo, le echó un hechizo de amor o qué? ¿Qué fue eso?

No creí que ella hubiese hecho un hechizo de amor. Todas las brujas vivían fuera del territorio de la manada, y ella nunca salía. ¿Cómo habría conseguido uno? Pero la pregunta seguía ahí, porque no entendía por qué mi Gamma estaba actuando así.

—Sí, vamos a tener que averiguar qué está pasando, porque eso —señalé la puerta—, no puede seguir ocurriendo.

Vi a mi mamá bajar las escaleras, pero se detuvo en la entrada.

—¿Un hechizo de amor? ¿En serio? —Preguntó, rodando los ojos. Siempre había tenido debilidad por Amy y nunca le gustó que dejara de hablarle.

—¿Lo vio? —Le preguntó Walker, señalando la puerta. Ella se ríe.

—¿Alguna vez pensaron que si la conocieran, también les caería bien? Ustedes se creen reyes en su torre de marfil y piensan que ella no vale nada porque no forma parte de esa torre. Y como alguien que sí la quiere, puedo asegurarles que vale mucho. Y Liam, antes de que te transformaras, tú también creías que valía la pena. Todavía les falta mucho por madurar.

Rodó los ojos y subió las escaleras de nuevo.

Claro, tenía que ser mi mamá la que me echara en cara todo y luego se fuera como si nada. ¿Qué les pasaba hoy a mis padres? Estaban 100% en el equipo Amy. No era que no la quisieran desde siempre, pero no solían ser tan obvios al restregármelo en la cara.

Miré a mis amigos y me encogí de hombros para evitar preguntas. Saqué otra cerveza mientras Walker y Cole agarraban los controles para empezar a jugar. ¿Qué demonios estaba pasando? Todo se sentía fuera de lugar y no podía ser solo porque Dallas quería estar con Amy.
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