Serenety Moore vive una vida tranquila junto a su abuela. Hace casi diez años sus padres murieron en el ataque a la Manada. Desde entonces vive a las afueras con su abuela. Su vida es tranquila no se relaciona con nadie de su raza, ella estudia y trabaja en un pequeño pueblo habitado por humanos. Pero como no todo puede ser tranquilidad ni felicidad un día reciben una notificación de la Manada, se celebrará un censo y tienen que acudir, no es una invitación, más bien es una obligación. Allí descubrirá quién es su mate y no se tratara de uno cualquiera sino de Caleb Lewis, el Alfa más aterrador de toda América. Ella se negara y lo intentará rechazar por nada del mundo quiere que su vida cambie y menos al lado de un ser sanguinario y cruel. O al menos eso es lo que ella cree.
Leer más— Serenety, no vuelvas tarde... si ya sé que eres mayor de edad y todas esas cosas. Pero aún así no me gusta que andes sola por el bosque a altas horas de la madrugada.— dice mi abuela desde su mecedora.
Es tan graciosa, la verdad es que está mayor pero no tanto para parecer una abuelita como la Caperucita, y bueno lo del lobo no es incierto del todo ya que aquí las dos somos mujeres lobo. — Abuela no estas tan mayor, vale que tienes casi 300 años pero todavía te falta mucho por vivir, no se a que viene lo de la mecedora y por cierto yo no he dicho nada— respondo sonriendo a mi abuela. Mi abuela no contesta, solo me dedica una sonrisa y continua tejiendo. No sé que mosca le habrá picado si a ella nunca le han gustado hacer este tipo de cosas. Me dirijo hacia la consulta del doctor, hoy es mi último día de prácticas, hoy por fin seré una enfermera de verdad. Paso a la consulta y saludo a la señora Jones ella es una habitual, todos los días viene con una misión. Yo creo que se siente sola y aquí pasa la mañana. Es tan tierna, desde que llevo aquí no ha dejado ni un solo día de traer café y bollos. Termino mi jornada, hoy el día ha estado muy tranquilo apenas unos cortes y alguna escayola. Cojo mis cosas y me dispongo a salir. — Serenety espera un momento— dice el doctor a mi espalda, me volteo y espero a que hable. — Siento no poder ofrecerte un puesto de trabajo en estos momentos, sabes que ahora no hay mucho trabajo y no podría pagar tus honorarios, pero en cuanto llegue el verano de seguro que podré contratarte— dice el doctor Smith apenado. — No se preocupe estoy muy agradecida por la oportunidad que me ha dado, me las apañaré muchas gracias no se aflija— respondo un tanto triste, sabía de sobra que estoy pasaría aún así no estaba preparada. Salgo de la clínica y echo un último vistazo, esto no es un adiós sino un hasta luego. Camino hasta la cafetería, en diez minutos comienza mi turno y ando un poco apurada. Llegó y saludo rápidamente a Catherine, ella es la jefa, voy a mi taquilla y me pongo el uniforme me esperan ocho horas de servir cafés y platos combinados. No es el mejor de los trabajos pero nos da de comer. Con la pequeña asignación que recibe la abuela de viuda por parte de la Manada, apenas si nos llega. Supongo que si ella viviera sola tendría de sobra pero estando las dos no es posible. Son las diez, al fin la hora de cierre. Termino de recoger las mesas y limpio el local. Las diez y media cuando al fin termino. Si me doy prisa llegaré a casa antes de las doce. Antes de irme me acerco a Catherine y le pido poder echar más turnos, ya que ahora las mañanas las tengo desocupadas. Ella lo siente y me explica que en la mañana apenas llega gente y que ella y la otra chica se apañan bien. Bueno no es lo que esperaba escuchar pero en fin al menos tengo trabajo. Camino de regreso a casa, la noche es fría y el cielo está despejado, el firmamento está bañado de estrellas y una luna llena lo adorna. Mi loba me pide a gritos que la deje salir, pero este no es buen momento. Tendría que dejar mi ropa y mi bolso aquí y no es lo que deseo hacer ahora mismo. Cuando llegué a casa la dejaré salir a correr un rato. Solo espero que no sé de un festín con algún conejo. Le encanta cazar está en su naturaleza. — Abuela, ya estoy en casa... Se que estás despierta— le digo desde la entrada. Por más que le insisto en que no me espere levantada ella se niega. Así que traigo unas cuantas sobras que nos servirán a las dos de cena. — Cariño tengo malas noticias, o quizás no sean malas pero a mí no me agradan demasiado — dice mi abuela entregandome un sobre. Lo miro y veo que proviene de la Manada, la nuestra, la Manada Black Moon. Saco la carta del interior y comienzo a leerla: Se requiere su presencia en la manada en la mañana del día posterior al recibir la carta. Tanto la señorita Serenety Moore como la señora Astrid Moore, deben de estar presentes para la realización del censo. Este se realizará en la plaza del ayuntamiento. Muy bien, doblo la carta y la guardo en el sobre. Hace diez malditos años que no voy a la Manada, desde ese fatídico día y ahora no estamos invitadas sino más bien obligadas a asistir a esa estupidez de censo. Podríamos no asistir pero significaría que estaríamos fuera de la Manada convirtiéndonos en pícaras, mi abuela perdería su pequeña asignación y estaríamos expuestas a mayores peligros. — Bueno por la mañana temprano llamare Catherine, sobradamente sé que pasaremos allí todo el día y ahora ven a cenar algo conmigo abuela— — Se que no quieres ir y ese lugar te trae malos pero piensa que solo estaremos un rato y después volveremos a casa..—. Tiene razón, allí no tengo a nadie, no tengo amigos si es que un día los tuve y tampoco tengo familia, sólo malos recuerdos y unas pesadillas recurrentes. Nos vamos a la cama pasada la una, y hay que levantarnos temprano ya que tenemos una hora de camino y no disponemos de medio de transporte. Me meto en la cama, me arropó y cierro los ojos, no tardó mucho en quedarme dormida ya que la verdad es que estoy muy cansada. " Escucho gritos y explosiones por todos lados, me levanto de la cama y me asomo por la ventana. Hay muchos lobos peleando en la calle, no entiendo lo que pasa... Bajo las escaleras en busca de mamá y papá ellos están transformados en lobos y están luchando con un grupo que ha entrado en casa. Mamá me mira y me indica con la mirada que debo esconderme, eso es algo que ya hemos hablado muchas veces. Subo corriendo las escaleras y me meto en el armario de mi habitación, accionó una palanca y se abre un compartimento. Me introduzco y lo vuelvo a cerrar... No sé el tiempo que llevo aquí dentro, tengo hambre y me hago pis, de repente comienzo a escuchar unos pasos, estos se detienen en la puerta del armario, me acurruco y espero que sean papá y mamá. Pero no son ellos es la abuela la que está al otro lado, ella me coge en brazos y me saca de la casa..."Todo es tan diferente ahora, se podría decir que todo marcha bien. Cuando Serenety desapareció me sentí muy sola, me aleje de James, lo culpaba por no hacer bien su trabajo.Vi como enfermaba por mi culpa y ahí me di cuenta de que no siempre podemos salvar a todos. Pasamos una época muy oscura cuando el Alfa perdió su puesto y su hermano lo asumió, ser una omega fue lo peor que podrías llegar a desear, yo tuve suerte James mintió y dijo que me quedaría con él como esclava, apenas podía salir a la calle y si lo hacía James se veía obligado a ponerme una cadena al cuello como si fuese un perro.En casa todo era diferente, pero las dudas volvieron a asaltarme. Era como si volviésemos al principio te quiero pero si me ven contigo lo negaré y te tratare mal.Por más que me explicaba y me demostraba su afecto esa espina estaba clavada muy profunda en mi corazón.Gracias a la Diosa o más bien a Serenety todo cambio, tenía miedo a acercarme a ella, se escuchaba que nada quedaba de la chica q
🔥🌡️— Serenety estoy nerviosa, sabes que día es hoy?—— Claro que lo sé, es tu cumpleaños. Cómo crees que podría olvidarlo—— No me refiero a eso, es solo que Fede dijo...— digo ligeramente avergonzada.— Issa, no te va obligar a nada y menos te va exigir que pase...—— Lo se, me ha esperado mucho tiempo y quiero que pase pero tengo miedo— respondo antes de que termine la frase.— Cuando es tu celo, el año pasado lo pasaste en mi casa por lo que debería ser...— dice mientras cuenta con los dedos.— Está noche o mañana debería llegar...—— Está bien, me llevaré a mi ahijado durante tres días, este celo lo vas a pasar en casa. Si no quieres que te pase como a mí, dile que se proteja—Las palabras de Serenety hacen que me sonroje, antes de marcharse me da una bolsa y me pide que no la abra hasta la noche.La tarde pasa demasiado despacio, los minutos parecen horas. He preparado una cena romántica, espero que Fede este feliz con mi gesto.Cuando falta media hora para que Fede llegue a c
CalebVarios años han pasado desde el rescate de los niños y desde que ese desgraciado pronunciase esas palabras. Años de felicidad pero a la vez de angustia, de esperar que en cualquier momento alguien quisiera atentar contra la vida de mi familia.Cientos de nombres, cientos de investigaciones y aún no podía saber quién se escondía tras las sombras amenazando lo que más quiero.Tumbo mi silla hacia atrás, cierro los ojos e intento relajarme, escucho como los niños ríen juntos. Un recuerdo llega en ese justo momento a mi mente.Flash BackTengo quince años, estoy sentando junto a Black y Jeremy al calor de una fogata, esos dos no dejan de reír, desde que nacimos estamos muy unidos. Nuestros padres son los Alfas de las Manadas más grandes del norte.Jeremy saca una navaja se hace un corte en la palma de la mano, Black lo imita, mientras yo me quedo descolocado.— Alguien tiene miedo a un poco de sangre— dice Jeremy y Black comienza a reir.— No tengo miedo, solo que esto es una estupi
Diez años después...Si echo la vista atrás puedo decir que nada o poco queda de la Serenety que un día llegó aquí para el censo. Tantas cosas han cambiado en mi, he tenido que crecer y cambiar a base de golpes en la mayoría de las ocasiones.Hace años que las pesadillas desaparecieron y eso fue algo realmente bueno.La Manada se integro en una sola, no era necesario tener dos en un mismo lugar, lo único es que aquí hay dos Alfas en vez de uno. Mi gente me considera su Alfa aunque le guardan lealtad a Caleb y a este lejos de enfadarle le agrada compartir más tiempo conmigo y delegar trabajo para estar con los niños.El Alfa gruñón solo aparece en ocasiones y nunca con sus hijos a los cuales mima y consiente en exceso, pero ya estoy yo para poner límites.Nuestra vida ahora es tranquila por decirlo de alguna manera, siempre hay algo que aparece para arruinar nuestra paz, pero que podemos solucionar gracias a la Diosa.Después del rescate de los niños vivimos por unos años tranquilos,
CalebLlevamos dos horas de camino y aún faltan otras dos hasta llegar a los viejos almacenes de los muelles. El consejo ha movilizado bastantes hombres, seremos unos cien de diferentes especies, la única que no está son los vampiros. A ellos no les gustan los tratados ni las normas, aunque normalmente lo suelen respetar por no entrar en guerra.Aunque he visto las habilidades de la bruja y Black me ha asegurado que su madre es la mejor, no puedo dejar de sentir preocupación por Serenety y Luz. Se que ella es capaz de defenderse pero si se tuviese que convertirse en loba podría poner en riesgo al bebé. Espero que no ocurra nada en mi ausencia. Si eso pasara no me lo perdonaría jamás.Cuando la noche está apunto de caer llegamos al lugar indicado, estacionamos unos metros más lejos.Lejos de las miradas, aseguramos el perímetro y vigilamos en la distancia. Al parecer hay cinco hombres en el exterior, estos están cerca de cuatro furgones de color negro, hablan entre ellos y parecen ner
Todos nos mantenemos en silencio, expectantes por lo que está por acontecer, quizás disipe nuestras dudas o por el contrario no diga nada.— Abre los ojos! Dime qué ves?—La señora obedece de inmediato y abre los ojos, su mirada está fija ni siquiera parpadea.— Acabo de dejar a James en el parque, me siento en el sillón que hay a su lado y comienzo a mirar mi teléfono móvil, un olor dulzón llena la habitación, veo como hay humo saliendo de la cocina me levanto rápido y voy hacia allí, abro la puerta y no hay nada dentro, vuelvo a la sala y veo a dos hombres con James en brazos, voy a gritar pero uno de ellos tapa mi boca. No puedo gritar no puedo ver nada solo veo una calavera con un hacha...—La señora está muy inquieta creo que sí no la saca del trance puede colapsar, me acerco para parar todo esto, pero la bruja me indica que espere. No estoy segura de esto pero debo darle una oportunidad.— Qué escuchas? Concéntrate—— Mmm... No lo sé los escucho hablar entre ellos, uno está muy
Último capítulo