Estaba viendo a mi estúpido Gamma coqueteando con Amy otra vez, sintiéndome más como un acosador con cada segundo que pasa. Lo observé saltar del porche de su casa y caminar hacia la mía. La verdad, preferiría no hablar con él en ese momento. Amy ya logró hacerme enfurecer hoy y no estaba seguro de poder lidiar con alguien más tratando de llevarme al límite.
Aunque siendo honestos, ni siquiera sabía por qué me molesté tanto. Ella dijo que no. Debí haberlo aceptado y ya, preo simplemente no pude evitarlo. Hace mucho que no hablábamos, y de alguna forma, asumí que se alegraría de verme, de que le ofreciera llevarla. Aunque después de todo lo que había pasado... supongo que no debí sorprenderme tanto.
Dallas entró y me encontró sentado en el sillón, viendo televisión en la sala. Ya traía esa estúpida sonrisa en la cara, como si supiera algo. Sabía perfectamente que yo nunca veía televisión en la sala, siempre estaba en el cuarto de juegos o en mi habitación. El problema era que desde esos