Capítulo 57. La trampa perfecta 2
El ambiente en la sala se tenso. Blair sintió que la sangre se le aflojaba del rostro de la rabia contenida. Quiso saltar sobre él, exigir explicaciones, pero Cyrus la detuvo con una mirada.
—Dime exactamente lo que firmaste —insistió—. Fechas, nombres, cuentas. Absolutamente todo sin guardarte ni un maldito detalle.
El hombre titubeó de nuevo, luego empezó a enumerar. Dijo bancos, cuentas, transferencias en fechas puntuales. Las rutas pasaban por jurisdicciones en las que el hombre creía tener protección; citó nombres de personajes menores que supuestamente ejecutaban los movimientos. Todo lo dicho encajaba con los números que Fabrizio había extraído. Por primera vez, la evidencia y la confesión formaron un entramado coherente.
Cyrus pidió pruebas. Fanrizio proyectó en la pantalla del portátil los extractos bancarios verificados por un perito. Los números coincidían con lo que el traidor describía. Era una red de movimientos diseñada para ser opaca pero trazable cuando se busca