16- PADRE SOLTERO. La camara de besos.
El fin de semana llegó rápido, y Ana no pudo evitar notar que Maxwell sí había intentado pasar más tiempo con Emanuel, los días siguientes a su conversación el hombre llegaba a casa antes de que se anocheciera, y se sentaba en la sala una hora más a hacer apuntes en su cuaderno, luego los acompañaba a ver la serie del niño ciervo que Emanuel le pidió a Ana ver con él y eso le agradó a la maestra, se notaba que de verdad la conversación con ella y el seguro regaño de su hermano habían logrado cambiar la forma de pensar del científico, pero la cara con la que amaneció el sábado le indicó a Ana lo contrario.
Aunque se portó de forma amable y tranquila, Ana notaba la amargura que le producía no ir a trabajar ese día, pero lo importante era la carita de felicidad que tenía el niño.
— No todo en la vida es trabajo, debes descansar de vez en cuando — le dijo ella mientras llegaban al parque y él se ajustó la camisa.
— Descansaré cuando cure el cáncer — ante esto, ¿Qué podía argumentar Ana? A