MILA
Maximiliano comienza a desvestirse con una confianza y sensualidad que me hace sentir un poco nerviosa y emocionada al mismo tiempo.
Se quita la camisa primero, desabrochando los botones con una lentitud deliberada que me hace sentir como si estuviera disfrutando del espectáculo. La camisa cae al suelo, revelando su torso musculoso y perfecto.
Luego, se desabrocha el cinturón de sus pantalones, y los desliza hacia abajo con una suavidad que me hace sentir un poco mareada. Sus pantalones caen al suelo, y queda desnudo ante mí, su cuerpo perfecto y musculoso.
Me quedo sin aliento al verlo desnudo, mi mirada recorriendo su cuerpo con una admiración y deseo que no pueda disimular. Maximiliano sonríe, sabiendo que estoy disfrutando de la vista, y se acerca más a mí, su cuerpo cerca del mío.
Tiene la polla dura, gruesa, con venas y mojada.
Se acerca y, con un movimiento suave, abre mis piernas, deslizando la tela de mis bragas hacia un lado. Siento un calor intenso que se extiende por