AMANDA:
—Kaya, muéstrale sus habitaciones a las señoritas —Andrés le ordena a una muchacha joven. Esta asiente y nos hace seña de que la sigamos. Subimos las enormes escaleras detrás de ella. Avanzamos por un pasillo grande y amplio hasta llegar a una puerta de color rojo.
—Dormirán aquí —nos dice, abriendo para enseñarnos nuestra habitación. Era grande y tenía dos camas. —Pueden pasar para ponerse cómodas, hay ropa en el ropero y todo lo que necesiten. Si necesitan algo hay un celular en la pared que da a la cocina, no se preocupen por marca a otro número porque solo funciona para llamar dentro de la casa.
Entramos a la habitación y la chica cerró con llave después. Nos habían dejado encerradas.
—Jamás imagine que conocería Rusia de esta manera —me dice Nerea—tengo demasiado frío.
Saqué el celular y empecé a marca el número de Luke, pero parece que la señal estaba intervenida. No me funcionaba ni las llamadas ni los mensajes.
—Maldita sea, no funciona. Estoy harta de esto, har