Capítulo 31.
Ahí en medio de la soledad que parecía devorarla, Beca siente como ponen una mano sobre su hombro tratando de consolarla y de eliminar siquiera un poco la desolación que la recorre por completo.
— Beca— la voz profunda sensual y sobre todo delicada del Alfa hace que ella explote sin remedio.
En ese momento la rabia contenida por cada una de esas malditas lunas que había rogado por su amor explotaron dentro de ella.
— ¡¿Qué quieres Declan? ¿Qué quieres ahora?— cuestionaba apretando las quijadas— ¿No puedes verme sufrir sin que sea por tu interferencia?
Un silencio abrumador se instala entre ellos hasta que ella decide romperlo.
— ¿Vienes a reírte de mí? ¿Vienes a decirme a la cara que no vale la pena todo lo que me esforcé por deshacerme de ti? ¿Por deshacerme de todos ustedes si me quedé completamente sola? ¿Por qué…?— dice al mismo tiempo que se para y ahí de pie lo mira a los ojos a pesar de estar mucho más pequeña que él.
— Dime ¿por qué me lo ocultaste? ¿Por qué no me dijiste q