Capítulo 46.
Beca había sido prácticamente arrastrada por Declan en dirección de la cima del acantilado de traidores, ese lugar tenia siglos siendo utilizado para asesinar a traidores o invasores.
Debajo del acantilado se encontraban decenas de rocas filosas y salientes que tenían un líquido que las hacia letales para el cuerpo del licántropo, si no moría por el impacto lo hacía envenenado por las mismas rocas.
— Pero... Pero... ¿Qué hago aquí? — Cuestiona Beca al no tener ni la menor idea de lo que estaba sucediendo, después de estar en un calabozo durante tiempo incontable ella no podía creer lo que veía.
Los jalones demasiado fuertes eran un recordatorio que su verdugo era el que debería ser su amor leal.
— Pagarás por todo lo que has hecho, y me encargaré que esto no llegue a mayores, demasiadas muertes están arrasadas por tus manos, jamás te creí capaz de hacer algo como esto… Por lo visto eres más de lo que muestras.
En ese momento al mismo tiempo que el cuerpo de Beca estaba siendo arrastra