Capítulo 45.
Declan se encontraba caminando de forma nerviosa una y otra vez en la puerta principal del castillo, en ese momento llegó el guerrero Alfa Pedro.
— Señor— susurra al mismo tiempo que mantiene su pose respetuosa— Alfa Nadir ya no se encuentra en territorio de la manada.
Declan se detiene, después del incidente con Leyra no había vuelto a pensar Nadir.
— Perfecto —dice con un susurro aunque en ese momento los pasos fuertes y sonoros de Amadeo llegan a acompañar a al Alfa.
— Déjanos solos —ordena el anciano y el guerrero Alfa solo asiente y se aleja en medio de la oscuridad.
— ¿Qué encontraste?— cuestiona Declan al mismo tiempo que se asegura que nadie más pudiera escuchar lo que estaban por hablar.
En ese momento Amadeo se aclara la garganta y susurra con tonos nervioso.
— He confirmado que en la escena se encuentran pedazos de ropa rasgada perteneciente a nuestra luna.
Declan aprieta las quijadas.
— Además que el olor de ella se encuentra en cada prenda de Leyra, por lo visto hubo una