¿Ella quería que tocara su boca?, sería una mentirosa si decía que no.
La verdad es que siempre admiró de lejos a este hombre, aun cuando ni siquiera conocía su voz. Cuando incluso sus ojos no se posicionaban en los suyos, ni sabía de su existencia.
Y la culpa no era solo de ahora. Siempre se había sentido mal por colocar la mirada en este hombre de forma oculta, en admirar su apariencia y en la forma en como todo el tiempo lo distinguía en las fotos de los estados de Antonella.
Enzo Cavalli siempre había sido la figura de hombre a la que ella idealizaba, y ahora que sabía quién era en su esencia, no podía decirse a sí misma que era inmune a él, porque no lo era.
Pero la situación aquí no se trataba de conocer a alguien y enamorarse, o estar atraída a un hombre que podía corresponder sus sentimientos.
Esto ni siquiera era espontáneo, y estaba frente a un hombre totalmente prohibido. Enzo estaba casado, y ahora tenía a los hijos de él y su mujer en el vientre, ¿por qué sus emociones no